jueves, 5 de mayo de 2011

Horacio Pietragalla:"Era la Argentina la que estaba en peligro"


Nos visitó en Villa María Horacio Pietragalla, nieto recuperado No. 75, estuvo en "La Base", como ya es usual, los relatos de los nietos recuperados estan cargados de emoción y nos muestran con crudeza, y tratan, aunque nos cuesta entenderlos, qué significa el robo de la identidad, y al recuperarla, todas las situaciones que se suceden para poder acomodar todas esa piezas sueltas en la vida de la persona que vuelve a sus origenes. Una vez más hemos asistido a otra historia producto del horror de la última Dictadura, y tenemos que recordar siempre que Nestor y Cristina Fernandez de Kirchner fueron y son fundamentales para conocer y reparar ésta historia reciente. Acompaño a continuación la historia de quién nos acompañara hoy, asi de ésta manera tienen una idea de una de las tantas vidas que se vieron alteradas y modificadas.

LA HISTORIA REAL:

Horacio Pietragalla Corti hace años que presentía ser hijo de desaparecidos, pensaba cómo reparar lo roto de su historia de vida y finalmente lo consiguió. Ayer las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que la investigación dio positiva y que recuperó su identidad.

El joven de 27 años es el nieto número 75 que las Abuelas restituyen a su familia biológica. "Es el primero que, con su novia de la mano, resuelve dar él mismo el anuncio a la prensa", subrayó con alegría la presidenta de Abuelas, Estela Carlotto.

Horacio nunca dejó de aferrar ayer, en la Casa de las Abuelas, dos fotos chiquitas en las que aparecía, de bebé, con sus padres. Los dos eran militantes Montoneros: Horacio Pietragalla, quien fue asesinado en Córdoba por la Triple A, y Liliana Corti, fue muerta el 5 de agosto de 1976 en la localidad de Villa Adelina, por fuerzas de choque de la dictadura militar.

La noticia sobre su verdadera identidad la recibió Horacio el pasado 11 de marzo. Es la fecha de inscripción de su nacimiento, en 1976: su verdadero cumpleaños.

Ese año, su madre ya viuda estaba muy apegada a él, les contaron sus familiares biológicos. Entonces, lo llevaba donde estudiaba Psicología pero también a locales de militancia. ¿Piensa que lo llevaba a un lugar peligroso?, se le preguntó. Y el joven contestó: "Era la Argentina la que estaba en peligro".

De la casa de Villa Adelina donde asesinaron a su madre, al bebé de 5 años lo llevaron a una clínica "para colocar, luego, a los hijos de cautivos o asesinados". Horacio explicó que fue "apropiado por el ex represor teniente general Hernán Tefzlaff".

Cuando el matrimonio al que pensaban entregar ese niño no lo aceptó, la empleada doméstica que estaba en la casa de Tefzlaff pidió el bebé y se lo entregaron.

En una carta de su autoría, que el nieto recuperado leyó, se dice que a partir de entonces vivió con su "madre del corazón" y una hermana, hija biológica del matrimonio que se constituyó en mis padres y "me dieron todo lo que se puede dar a un hijo". Con la empleada doméstica y su esposo carpintero, el bebé se llamó César Castillo.

Tefzlaff se había apropiado de una niña. "Vivíamos en el mismo edificio y yo jugaba con esa nenita que, como yo, había sido robada", contó.

Por la intervención judicial pedida por Abuelas, se logró restituir a la niña, con el verdadero nombre de Hilda Victoria, a sus familiares. El ex represor está hoy detenido en la prisión de Campo de Mayo.

Recordó que las dudas comenzó a tenerlas alrededor de los 8 años. El edificio de Villa Lugano en el que vivían con militares como vecinos, permitía alimentar sospechas. "Se escuchaban cosas raras, mi madre era miedosa", dijo. Contó que con su familia adoptiva se miraba para encontrar parecidos; no los había. Ellos tenían pelo lacio y eran bajos; Horacio, tiene bucles y mide alrededor de 1,90.

A fin del año pasado, por instancias de su novia, decidió ir a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, con el apoyo de las Abuelas. Admitió someterse al análisis genético y apenas le informaron de los resultados, por teléfono pidió encontrarse con la familia que le quedaba: los abuelos que durante años lo habían buscado, ya han muerto.

Horacio rescató "la clase de personas que eran mis padres, luchando por un país más justo e igualitario" y admitió "lo positivo de la tarea social. Que era una función que mi padre sociólogo tenía proyectada".

ANADig, Adriana Arcas

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