El Gobierno Nacional, mediante el Decreto N° 2010 del 14 de Diciembre de 2009, dispuso la creación del denominado "Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad", por el monto de 6569 millones de dólares. Este dinero, proveniente de las reservas del Banco Central, se utilizarán para afrontar vencimiento de deuda, tanto de organismos internacionales de crédito como de tenedores privados.
Esta medida fue cuestionada por variados motivos, que derivaron en medidas judiciales que frenaron tanto la constitución del fondo como la remoción del presidente del Banco Central. Son varios los temas que se pueden analizar en relación a este asunto: el alcance de la "independencia" del Banco Central, la posibilidad de revisar judicialmente las decisiones políticas y la utilización de los decretos de necesidad y urgencia, entre muchas otras.
Quiero aclarar que a comienzos de 2003, las reservas del país ascendían a 8245 millones de dólares, mientras que hoy superan los 48.000 millones, es decir, se multiplicaron por seis, incluso tomando en cuenta el pago de casi 10.000 millones que se hizo en el año 2005 al Fondo Monetario Internacional.
Me interesaría en este breve espacio formular algunas preguntas: ¿Hay que pagar la deuda externa? Si bien existen fracciones políticas que dicen que no hay que hacerlo, la gran mayoría acepta que esta obligación es ineludible. ¿Si no se constituye el fondo del Bicentenario, hay riesgo de default, es decir, de que no se pague la deuda? Esto está descartado para el 2010, con o sin los fondos del Banco Central. Y aquí viene la pregunta central: Si no se usan las reservas, ¿de qué otro lugar se obtendrían los recursos para afrontar los pagos externos? Las opciones son básicamente dos: del presupuesto nacional o pidiendo préstamos en el exterior.
Empecemos por la última de las opciones. ¿Qué tasa de interés debe pagar Argentina para obtener fondos en el mercado de capitales externo? Se calcula que entre el 12 y el 14%. Aquí hay entonces un argumento fuerte a favor de la constitución del fondo, ya que, mientras el Banco Central recibe una tasa de entre el 1 y el 3% anual por sus reservas, afuera hay que pagar tasas muchísimo más altas.
La otra opción es pagar con fondos del presupuesto. Sin embargo, esta alternativa plantea problemas aún más agudos. El senador radical Gerardo Morales dijo que no era necesario utilizar reservas del Banco Central porque se puede afrontar la deuda "bajando el gasto público". ¿Es razonable bajar el gasto social, en educación, en salud, en jubilaciones, en financiamiento a la actividad productiva o en obra pública para afrontar los pagos de la deuda externa? Entiendo que no. En cualquier caso, quienes opinan de esta forma deberían explicitar qué sector del presupuesto "recortarían" para afrontar la deuda externa.
Autor: Cro. Federico Arce, Cruz del Eje
Esta medida fue cuestionada por variados motivos, que derivaron en medidas judiciales que frenaron tanto la constitución del fondo como la remoción del presidente del Banco Central. Son varios los temas que se pueden analizar en relación a este asunto: el alcance de la "independencia" del Banco Central, la posibilidad de revisar judicialmente las decisiones políticas y la utilización de los decretos de necesidad y urgencia, entre muchas otras.
Quiero aclarar que a comienzos de 2003, las reservas del país ascendían a 8245 millones de dólares, mientras que hoy superan los 48.000 millones, es decir, se multiplicaron por seis, incluso tomando en cuenta el pago de casi 10.000 millones que se hizo en el año 2005 al Fondo Monetario Internacional.
Me interesaría en este breve espacio formular algunas preguntas: ¿Hay que pagar la deuda externa? Si bien existen fracciones políticas que dicen que no hay que hacerlo, la gran mayoría acepta que esta obligación es ineludible. ¿Si no se constituye el fondo del Bicentenario, hay riesgo de default, es decir, de que no se pague la deuda? Esto está descartado para el 2010, con o sin los fondos del Banco Central. Y aquí viene la pregunta central: Si no se usan las reservas, ¿de qué otro lugar se obtendrían los recursos para afrontar los pagos externos? Las opciones son básicamente dos: del presupuesto nacional o pidiendo préstamos en el exterior.
Empecemos por la última de las opciones. ¿Qué tasa de interés debe pagar Argentina para obtener fondos en el mercado de capitales externo? Se calcula que entre el 12 y el 14%. Aquí hay entonces un argumento fuerte a favor de la constitución del fondo, ya que, mientras el Banco Central recibe una tasa de entre el 1 y el 3% anual por sus reservas, afuera hay que pagar tasas muchísimo más altas.
La otra opción es pagar con fondos del presupuesto. Sin embargo, esta alternativa plantea problemas aún más agudos. El senador radical Gerardo Morales dijo que no era necesario utilizar reservas del Banco Central porque se puede afrontar la deuda "bajando el gasto público". ¿Es razonable bajar el gasto social, en educación, en salud, en jubilaciones, en financiamiento a la actividad productiva o en obra pública para afrontar los pagos de la deuda externa? Entiendo que no. En cualquier caso, quienes opinan de esta forma deberían explicitar qué sector del presupuesto "recortarían" para afrontar la deuda externa.
Autor: Cro. Federico Arce, Cruz del Eje
comparto plenamento lo planteado por el compañero Federico Arce. Ya hemos visto el trabajo de algunos como ex gobernador Eduardo Angeloz quien dejo de pagarles a los empleados publicos por cinco meses, llegando luego el ex gobernador Ramon B Mestre con sus famosos recortes y ahora el senador radical Gerardo Morales dijo que no era necesario utilizar reservas del Banco Central porque se puede afrontar la deuda "bajando el gasto público", que vergúenza, la verdad que a lo largo de la historia, el hilo siempre se a cortado por lo más delgado.
ResponderEliminarLic. Angel vicente Peñaloza