sábado, 20 de febrero de 2010

Cristina, Juez y Chaplin, escribe Gerardo Russo

“Limpiar el idioma de los atropellos de los falsificadores, desvestirlos de sus imposturas, que la palabra comunique y no obstruya la comprensión, forma parte de la batalla política del lenguaje. Es ahí donde se libra un combate más por la liberación. Tal vez uno de los primeros. Necesario, imprescindible para descubrir a los modernos recreadores de la Torre de Babel. Renunciar a la denuncia y desenmascaramiento por la malversación política del discurso como método de ocultamiento, es empezar la batalla perdiendo.”
Hugo Presman

Dentro de la comunidad judía hay dos rabinos que se destacan por sus posiciones políticas -completamente antagónicas- y su enorme capacidad discursiva, el rabino Presman y el rabino Bergman. El primero expresa sus ideas desde un humilde blog en Internet siendo ignorado por los grandes medios de comunicación. Mientras el segundo es una de las figuras permanentemente invitadas a programas televisivos y radiales de toda índole que se emiten por los medios de comunicación del grupo Clarín (TN, Canal 13, Canal 12 de Córdoba, Radio Mitre, diario Clarín, La Razón, La Voz del Interior, Los Andes, etcétera) y del grupo Uno (América Noticias 24, América 2, Canales en Mendoza, San Juan y Buenos Aires, Radio uno La Red, diarios La Capital de Rosario, Uno de Mendoza...) cuyos dueños son Francisco de Narváez, Manzano y su socio Nosiglia; para que en nombre de una necesaria “restauración republicana” denoste cualquier medida implementada desde el Gobierno nacional. Durante el año 2008 y 2009 se convirtió en parte del staff preferencial de la diva de los almuerzos, la señora Mirtha Legrand, uno de los cuadros políticos más importante utilizados por la derecha para desgastar al Gobierno.

Como estamos convencidos que quienes nos sentimos parte del Gobierno nacional debemos presentar batalla política a ideológica a quienes intentan tan descaradamente construir una realidad en base a engaños y absurdos, hacemos nuestra la postura de Presman para analizar las recientes declaraciones de Luis Juez, en las que afirmó que “Cristina es una pésima presidenta”. En rigor a la verdad lo sostenido por Juez no puede sorprender a nadie, ya que es algo que viene manifestando desde de hace mucho tiempo, estando en todo su derecho de pensarlo y decirlo a viva voz. Por otra parte la diferenciación del Gobierno nacional como parte de su posicionamiento político es algo que viene realizando en los programas de análisis políticos conducidos por los “periodistas independientes” como Joaquín Morales Solá, Luis Majul, Nelson Castro, la señora de los almuerzos, entre otros, a los que es invitado reiteradamente a partir de haberse subido a un tractor durante el lock out de la patronal agropecuaria, su oposición a la nacionalización de las AFJP, su oposición a la Ley de Medios Audiovisuales, su caracterización de la asignación universal por hijo como clientelar, su silencio ante la situación monopólica de Papel Prensa y ante los pronósticos inveteradamente equivocados de los gurúes de la City, entre otras tantas de sus posiciones “progresistas” que lo emparentan con el rabino mediático.
Lo que nos parece fuera de toda racionalidad de las declaraciones de este “duro e incorrupto” dirigente opositor, es la comparación del Gobierno de Cristina Fernández con el de Isabel Martínez de Perón, de la que sostuvo que “tal vez la historia diga que Isabelita hizo un mejor papel que Cristina”.
Desconocer que el año 1975 marca el inicio de los desequilibrios económicos por los que luego nos endeudarían a niveles inmanejables, que marca el comienzo de las políticas de ajuste que soportarían luego los trabajadores, que durante su mandato se trazaron las estrategias de política económica dominada por la tasa de interés y no por el interés nacional, tan característico de los ‘90; desconocer que durante su mandato presidencial el país fue asolado por las AAA, las que amparadas en el Gobierno fueron precursoras del terrorismo del Estado cuyas secuelas aún padecemos, es cuando menos una canallada.
Realizar tamaña comparación con un Gobierno al que se le puede achacar muchas fallas, pero cuyo modelo económico viró de la matriz neoliberal preexistente hacia la recuperación de la producción nacional, el incremento de la masa de trabajadores y la restitución de los derechos laborales; y que en materia de derechos humanos ha impulsado la reparación, basada en la memoria, la verdad y la justicia, de los efectos brutales de la última dictadura militar, sólo puede provenir de quien continúa pagando capital e intereses por la contraprestación de servicios pactados con los grupos económicos concentrados y los grandes medios de comunicación monopólicos.
O quizás “el Luis” afecto a los chistes, se dejó crecer unos bigotitos chiquitos, se puso una gorra militar, un brazalete en el brazo y pronunció solemne ante el espejo tal comparación como una humorada más. La imagen del gran Charles Chaplin no se reflejó en el espejo, sólo el “Gran Dictador” apareció.
Gerardo Russo Militante peronista y titular de la Universidad Popular
fuente: Carta de lectores, El Diario del Centro del País Villa Maria, edicion sabado 20 de febrero de 2010, vea la nota original en http://www.eldiariocba.com.ar/noticias/nota.asp?nid=21510

No hay comentarios:

Publicar un comentario