lunes, 29 de marzo de 2010

Sìndrome Carriò...La oposición por la oposición misma

En un país democrático y de división de poderes debe existir inexorablemente una oposición al poder gobernante, esto es así y no hay manera de que sea de otra forma. En nuestra querida Argentina se tuvo siempre la costumbre de oponerse sin sentido, sin justificación, es sabido que no todo lo que el Poder Ejecutivo disponga disfrutara de un consenso universal y es sano debatir esa resolución y proponer algo mejor si se puede pero, hacer lo que esta haciendo hoy la oposición es inadmisible.
Como dijo Nestor Kirchner, son una maquina de impedir, no justifican su postura y solo critican porque tal idea o cierta propuesta se cocinó en el despacho presidencial como si todo lo que viniera de allí es malo, o tiene un trasfondo oscuro, no se proponen ideas, no hay debate ideológico, solo oposición por deporte.
Pareciera que se ha extendido el “síndrome Carrió”, o sea, denunciar, defenestrar, criticar lo que se hace pero no exponer nada nuevo, nada que supere lo que se critica, así no se construye un país, solo se ponen palos en la rueda que imposibilitan un mayor crecimiento.
Una nueva muestra de esta oposición sin soporte ideológico se dio en el tratamiento del uso de reservas del Banco Central para el pago de deuda donde una vez mas la oposición tuvo cero ideas para debatir sobre el Fondo de Desendeudamiento.
La oposición, la critica, ayuda cuando es constructiva, pero si simplemente destruye solo causa un daño tremendo al sistema democrático, como dijo Oscar Wilde: “Un crítico es como un niño con escopeta: a menudo dispara sobre todo ser viviente que ve, pensando en su puntería y no en el dolor que causa”.
ANADig, Colaboraciòn GABRIEL G. MAGNOLI

No hay comentarios:

Publicar un comentario