video producción Alejandra Maltaneri, UB Las Acacias
Nunca me voy a olvidar de algunas imágenes q poblaron mi mente durante estos años pasados, aquellos niños hurgando la montaña de basura en el conurbano, esos otros q dormían en las ventilaciones del subte de Constitución, esos q morían de a cientos por que la mitad de la población vivía bajo la línea de la pobreza, desnutridos, sin posibilidades, esos que lloraban y se desmayaban en las escuelas porque hacía días no comían, esos que eran esclavizados en labores insalubres. Tantas imágenes q uno parecía acostumbrarse a q la vida iba a ser así, q la vida en mi país ya no sería vida, si no un mero acto de supervivencia. Recuerdo Ezeiza, las colas, los consulados, padres con sus hijos, amigos jóvenes, mi hermana, parte de mi vida escapando, llendose lejos del lugar q el destino les había dado como propios.
Y ayer, por esas cosas q también tiene el destino, camine por algunas calles de mi nueva ciudad, con mis compañeros, y vi muchos niños, vi muchas sonrisas, de padres, de hijos, de abuelos, de tíos, de nietos, de primos, de amigos. Sonrisas que como aquellos llantos forman parte de mi vida y de la nuestra. Porque a pesar de lo q muchos digan, de lo q muchos opinen, de lo que muchos critiquen…… las sonrisas volvieron.
Cuanto hacia que las sonrisas no volvían, con esos ojos que brillan, con el calor de la esperanza y la ternura que solo transmite un niño que tiene todo por vivir, todo por hacer y nada por perder.
El proceso iniciado por el compañero Néstor Kirchner nos permitió ver que esa argentina de Ezeiza y de miseria podía modificarse, que este país no debía ser un mera colonia donde el voraz capitalismo de los monopolios meta sus dientes, ese no es nuestro futuro, no debe serlo. Este gobierno que muchos odian con sinceridad, con esa sinceridad miserable que solo conocen quienes no piensan en el prójimo, quienes no respetan la voluntad popular, quienes aterrorizados creen que regalarle una computadora o una asignación universal a un pibe es fomentar vagos, es robarles dinero a ellos para regalarlo, para tirarlo a la marchanta, para crear una cultura de incultos; ha logrado disminuir la tasa de mortalidad neonatal, siendo la más baja de la historia; ha logrado un aumento en la tasa de escolaridad y vacunación en los estratos más bajos gracias a la asignación universal; ha incluido 14 vacunas gratuitas en el calendario anual; lleva construidas más de 1000 escuelas, ha provisto a mas de 1 millón de niños de netbooks, produciendo una mayor democratización tecnológica; ha abierto mas universidades gratuitas, etc.
Porque tanto odio?...... porque odiar a quienes quieren ayudar?...... por qué tantas críticas?..... Por que decir como dijo el otro día una señora, con pretensiones de ser mucho más de lo que era…. “esta tipa esta regala notbooks a los negros, vivimos manteniendo negros en este país”…. cuál es el sentido?..... no lo entiendo….. No entiendo esas palabras llenas de resentimiento, esas palabras tan propias de alguien que no tiene mucho para ofrecer al resto. Porque no miramos a los niños y sus miradas honestas? ellos quieren un país mejor, quien no lo quiere?, quien en su sano juicio querría un país donde los niños revuelvan montañas de basura?
Quiero hacer propias las palabras de una compañera….”Esto es lo que nos critican, que estemos al lado de la gente, tratando de sacar siempre una sonrisa!.... perdón si a alguien le molesta que tengamos tantas ganas de hacer cosas”……. estas palabras significan mucho….. significan que hay personas aun dispuestas, personas que miran a quien tienen al lado, que son capaces de pensar un país dentro de 30 años, un país donde las cosas sean más justas, más igualitarias, donde la dignidad no se venda en un pasquín dominical por dos pesos.
Paso un día del niño, quizás uno más, quizás para algunos, como nosotros, ese día significo mucho; el futuro es de ellos, la responsabilidad es no fallarles, no mentirles, educarlos, enseñarles quienes fuimos, quienes somos y quienes seremos, enseñarles que en este país todo se puede si se sueña; porque los sueños no tiene precio; porque podemos olvidarnos de los sueños, pero estén seguros, que ellos jamás se olvidaran de nosotros.
Lucas Pagliero
Unidad Basica B° La Madrid
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