viernes, 10 de septiembre de 2010

Opinión, La casa de brujas en la toma de colegios, escribe Ruben Ruedi

GRANDES HOMBRES

La casa de brujas en la toma de colegios

Una nueva generación de jóvenes despierta a la vida política y lo hace desde un perfil ideológico impensado poco tiempo atrás y enervante para ciertos trogloditas de la prensa representativa de los intereses que destruyeron el país y quienes nunca se imaginaron que la rebeldía regresaba. Rebeldía que se manifiesta, por citar un caso, en la toma de escuelas de la Buenos Aires administrada por el macrismo y toda su incapacidad para interpretar el presente.

En el programa del cavernícola Mariano Grondona, hombre que tanto daño le hizo al país y su gente, su alter ego, joven peinado a la gomina y con un discurso exhumado de la voz del propio Bernardo Neustand -que en paz no descanse-, éste, según lo mostró el programa 6,7,8, hizo un relevamiento sobre los referentes ideológicos de los jóvenes ocupados en el destino de sus escuelas.

El muchacho cordobés citó a Lenín, Trotsky, Castro, el Che Guevara, entre otros próceres de las luchas de liberación nacional y social, advirtiendo implícitamente de la peligrosidad de esos nombres regresando a las mentes juveniles.

No hay dudas que Pablo Rossi no habla por él mismo sino que es un monigote de los medios por ahora hegemónicos. Como también es cierto que cuando alguien quiere tergiversar la realidad aparta a ésta del contexto histórico y asfixia la capacidad de reflexión del pueblo encapsulando el discurso en lo doméstico, lo que pasó y pasa acá, abstrayendo ese discurso de la historia en el contexto mundial, sin anexar hechos del pasado y construyendo de esta manera el reduccionismo histórico.

Vladimir Llich Lenín es un prócer del pueblo Ruso, que aún lo venera. Fue un hombre que entregó su vida a la causa de la igualdad y el derecho esparcido entre todos. Lo mismo León Trotsky, hombre de respeto superlativo para quienes leen académicamente la historia desde los procesos populares y por los pueblos mismos. Ni hablar del gran Fidel Castro y el argentino Ernesto Che Guevara, uno de los mejores ejemplares que dio la especie humana.

Todos ellos patriotas y prohombres de su tiempo que se proyectaron a la historia con pensamiento y acción.

Hablar con la liviandad que el monagillo de Grondona lo hace, sobre la vida y obra de estos hombres, desde la hipocresía y la subestimación -subestimación hacia esas figuras, hacia los pueblos que los veneran y hacia los ciudadanos argentinos del presente-, es poco menos que clonar el programa de Tinelli enmascarándose de analista político y hacer de todo una joda.

Los históricos de las causas populares tienen estatura gigantesca y la historia universal los nombrará por siempre; mientras que a los pequeños idólatras de la derecha boba no los recordará ninguna calle -parafraseando a León Greco-, ni siquiera la plazoleta de un country cerrado.

Colaboración Rubén Rüedi

1 comentario:

  1. JA AJAJARUEDI PAGA TUS DEUDAS Y LUEGO OPINA, PORQUE SINO MANCHÁS LA CAUSA

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