jueves, 16 de septiembre de 2010

Las calles nuevamente se llenaron de lápices, escriben Mosquera y Capurro


16 de Septiembre, es una fecha más que importante para la Historia Argentina, dos hechos nefastos se sucedieron en esa fecha y paradójicamente llegamos a septiembre de 2010 y encontramos que los jóvenes estudiantes secundarios están en las calles reclamando sus derechos y que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, “democrático” que representa a la derecha argentina quiere acallar a sus jóvenes por todos los medios. Coincidencia o no?! Septiembre es un mes de luchas en nuestra historia.
El 16 de septiembre de 1955 estalló en Córdoba la sublevación cívico-militar que daría inicio a la Revolución Libertadora quienes contaron con el apoyo de los llamados comandos civiles revolucionarios, que combatieron contra las tropas leales al Presidente Perón en distintos puntos del país, ocupando edificios públicos y constituyeron un factor de enlace permanente con los militares sublevados, luego de varios días de disputa el 19 de septiembre el presidente democrático Juan Domingo Perón presento su renuncia, para evitar que corriera más sangre del pueblo argentino por las calles.
El gobierno defacto fue encabezado por el general Eduardo Lonardi, quien luego substituido por Pedro Eugenio Aramburu, gobierno, que fue el encargado de derogar la Constitución de 49 que evidentemente molestaba a las corporaciones económicas que representaban.
En el año 1976, septiembre, vuelve a ser un mes de luchas, un grupo de estudiantes secundarios de La Plata, proponían a viva vos en las calles y en sus escuelas la puesta en marcha de un boleto estudiantil, jóvenes de entre 14 y 17 años, con una fuerte militancia política en contra de la dictadura, la mayoría de aquellos jóvenes formaban parte de la UES (unión de estudiantes secundarios) y es en la noche del 16 de septiembre donde nuevamente se escribe una negra hoja en la historia argentina, diez estudiantes fueron secuestrados por el Batallón 601 del Ejército del Servicio de Inteligencia del Ejército y por la Policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida por el General Ramón Camps.
Aquella triste noche conocida como “La Noche de los Lápices” que significo un fuerte episodio de dolor, donde jóvenes dejaron sus vidas, luchando en defensa de sus derechos de estudiantes, etapa nefasta de la vida nacional, el contexto histórico y político, aniquiló a quienes alzaron su voz, y hay hechos que no se deben olvidar para evitar que se repitan.
El 16 septiembre del año 2004, siendo Presidente de la Nación el compañero Néstor Kichner se decreto esa fecha como el Día Nacional de la Juventud, medida que claramente demuestra, que éste proyecto popular con cada acción propone la reconstrucción desde la participación democrática de una ciudadanía activa, que reconozca sus derechos y sus obligaciones; y es así que después de años de trabajo los jóvenes vuelven a ocupar el escenario político más importante para la historia de nuestra Argentina.
Es por eso que hoy no tan solo recordamos, que el poder económico siempre accionó contra el pueblo, y a aquellos compañeros que dejaron su vida en la lucha, sino que planteamos mirar el presente con la firmeza de que no permitamos que nos vuelva a suceder los mismo, es por ello que comenzamos hablando de la paradoja que en este mes de septiembre del 2010, a 55 años del golpe de estado autodenominado “Revolución Libertadora”, o a 34 años de “La noche de los lápices” , nos encontramos con un pueblo que ha tomado nuevamente la banderas de la lucha por la justicia social, a favor de una Argentina para todos y en contra de las corporaciones económicas.
Que jóvenes del secundario hagan oír sus voces nuevamente es un acto que hay que celebrar, porque significa que este Proyecto Nacional y Popular nos está permitiendo recuperar nuestra historia, nos está permitiendo también volver a conquistar cada uno de los derechos que más de 30 años de neoliberalismos intentó matar.
El acto de la Juventud el 14 de septiembre en el Luna Park, con la presencia de Néstor Kirchner y las palabras de Cristina Fernández, es una testimonio de que los jóvenes han vuelto a involucrarse con la cosa pública, a luchar desde los diferentes espacios de militancia y organizaciones de base, a tomar la calle, para continuar con la conquista de los derechos necesarios para una Argentina inclusiva, para que no haya más jóvenes desocupados, ni ocupados como mano de obra barata.
En el Luna Park más de dieciséis mil jóvenes de todo el país expresaron que junto al Proyecto Nacional y Popular seguiremos construyendo un país justo, libre y soberano, a través de una profunda organización, jóvenes sindicalista, jóvenes universitarios, jóvenes de los secundarios, jóvenes de la militancia territorial, todos unidos demostramos que se puede pensar en una verdadera integración, no tan solo de la patria chica como lo es la argentina, sino de la patria grande de América Latina.

colaboración Cra. Melina Mosquera Diaz y Cro. Sebastián Capurro

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